20 septiembre, 2011

Yo, mi, me, conmigo


Llego a este mundo con una esperanza: Ayudar a inspirarse a quien como yo, siente pasión por la moda pero no tiene un presupuesto a la altura de las circunstancias.


Aclaro primero que no quiero hacer una lista de clones para únicamente copiar últimas tendencias, si no que pretendo ir mostrando las pequeñas grandes joyas que encuentre, con ideas sobre cómo combinarlas con lo que ya podemos tener en el armario, y darle un aire nuevo (… y sobre todo, el gran truco de que parezca que nunca repites!).


Yo reciclo, no tiro casi nada y acumulo bastante. Hay prendas que se convierten en las estrellas de la temporada y se la pasan enterita de la lavadora a la percha. Hay otras que compro sin saber porqué y que pueden pasar meses en la percha hasta que tengo la ocasión perfecta para ellas. Hay quienes podrían envidiarme por haber conseguido un fondo de armario que me río yo de la hija de Amancio Ortega, pero en realidad es un signo de debilidad… Mi amiga Vanesa Carrascal ( simplicityandco.blogspot.com ), diseñadora y estilista, con toda la razón, cuando le pregunto qué puedo hacer para gestionar el crecimiento demográfico descontrolado de la población en mi armario, me aconseja que haga algo de limpieza en él. Hay cosas que ni me sientan bien ni son mi estilo, pero yo acumulo. ¿Cómo es posible que una falda que compré hace 6 años en H&M siga siendo de mis favoritas pero hace 2 años que no me la pongo? Pues sí, amigos, esta soy yo.


En mi adolescencia he pasado por casi todos los extremos posibles del estilismo: estética rockera, pero al estilo Vallecas: palestino, Dr. Marteens y cazadora vaquera con parches de mis grupos favoritos, una breve etapa de pantalones anchos y deportivas Adidas con puntera de goma, pero sobre todo, una fructífera etapa de experimentación y atrevimiento que me brindó el mundo "gótico" y sus infinitas posibilidades (y aclaro: nunca he bebido vinagre ni he soñado con dormir en un ataúd). Estos cambios obedecen a la evolución en mis gustos musicales, que irremediablemente han hecho que expresara los sentimientos que me provocaba aquello que escuchaba en mi vestimenta. Básicamente, el disco que escucho en la ducha ha dictado siempre mi imagen del día.


Una de las cosas que me gustaría reclamar desde aquí es el derecho a la creatividad y a la individualidad. Estoy muy agradecida a esos años en los que cada fin de semana me reinventaba a mí misma, alternando looks medievales (corpiños, faldas de raso con cola y capa), con looks de colegiala, de geisha, masculinos, años 20, y un largo etcétera. Esta manera de entender el uso de mi imagen me ha dado la libertad que conservo aun hoy para salir de casa con lo que a mí me parece acertado, y no sólo con lo que dictan las tendencias. En más de una ocasión he recibido halagos a mi osadía, y seguramente otras tantas críticas. Pero sobre todo, creo haber conseguido un estilo propio, fruto del "prueba y error" y de la observación de los demás.


Mi realidad actual no me permite comprar todo aquello que me gusta, como a casi todo hijo de vecino. Por eso intento gastar lo menos posible en las "flores de un día" e invertir en aquello que creo seguirá siendo vigente en las siguientes temporadas. Pero también procuro no forzarme a que me entre por los ojos lo que nunca me entró (por ejemplo, las sandalias o cuñas con calcetines: no, no y no).
Si os he despertado un poquito de curiosidad os invito a seguir mi blog por los cauces habituales, y yo prometo a cambio actualizar lo más posible y no aburriros.




¡Gracias!

Adidas Superstar: Imprescindibles cordones gordos de skater en varios colores para combinar con la mochila

Mi espaldera de Metallica: La que tantas veces cosí y descosí de mi cazadora vaquera para que a mi madre no le subiera el azúcar

Maya Hansen EGO 2010: En mi opinión, la mejor diseñadora de corsetería actualmente.  http://www.mayahansen.com/

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